Mitra es un dios de origen incierto. Tan incierto como los misterios que en su nombre se
practicaron en la época de máximo explendor
del Imperio Romano. En plena competición con
el cristianismo naciente, que en aquella época
se presentaba también como religión
mistérica y oriental, el mitraicismo perdió
la batalla y el cristianismo acabó imponiéndose.
Aun así, esta religión de piratas,
ligada a los orígenes del induismo, al mazdeismo,
al panteón greco romano y egipcio, relacionada
también con el platonicismo, el estoicismo
y el pitagorismo, además de con la astronomia,
sigue conservando intactos sus misterios. Eruditos
como Cumont, Freud o Jung, por citar algunos, fueron seducidos por el dios persa. Hoy, L.A.M. te invita
a una iniciación particular, la del conocimiento.
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